viernes, 8 de febrero de 2013

De nuevo la Sede Electrónica del Catastro de España bate records.

Conocidos los resultados de actividad de la Sede Electrónica del Catastro de España en 2012, se vuelven a repetir datos muy significativos que avalan esta herramienta como una de las mejores soluciones en materia de gobierno electrónico de entre todas  las existentes en los sistemas catastrales, en particular, y de gestión pública, en general. Esta cualidad, que ya fue reconocida en 2011 por el Instituto Europeo de Administración Pública (EIPA), con un diploma de “mejor práctica” en materia de Administración Electrónica, se repite de nuevo, a la vista de los resultados que se aprecian en la siguiente imagen:


 
Como puede observarse, los casi 5,5 millones de certificados electrónicos expedidos con esta herramienta la confirman como  una gran plataforma de información geográfica. Pero, sobre todo, es muy valiosa la tendencia de permanente crecimiento, que ha pasado de casi 300.000 certificados emitidos en 2004, a los 5,5 millones de 2012. Jamás se hubiera conseguido emitir un número similar de certificados en papel, contando sólo con los medios humanos y materiales de la Dirección General del Catastro.

Pero si es positivo el acceso masivo a la información, lo es todavía más la reducción permanente de certificados en papel emitidos, que no llegaron a un millón en 2004, mientras que en 2012 fueron poco más de 100.000. Es decir, diez veces menos.
Finalmente es igualmente relevante el dato de las visitas presenciales que realizaron los ciudadanos a las oficinas del Catastro. En 2004 los ciudadanos tuvieron que acudir más de dos millones de veces a las Gerencias del Catastro para ver satisfechas sus necesidades de información, mientras que el pasado año esta cifra no llegó al millón. Es decir, se redujo a la mitad.

¿Cuántas horas de trabajo y cuantos gastos en desplazamientos se han ahorrado en España (y fuera de España, recordemos que es un servicio web) los ciudadanos y las empresas gracias a la Sede Electrónica del Catastro?.  ¿Cuánta “eficiencia” y  cuanta “productividad” – palabras de máxima moda- ha inyectado esta solución en el modelo productivo español?.  Ahí quedan las preguntas y un modelo a imitar por otras oficinas y gestores públicos.