martes, 26 de julio de 2016

Por fin, datos sobre los resultados del Plan de Regularización catastral en España.

Por fin el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas de España ha dado información sobre los resultados globales derivados del Plan de Regularización Catastral, que viene desarrollándose desde 2013 y que tiene por objeto descubrir  y actualizar todas aquellas situaciones en las que los inmuebles no se encontraban adecuadamente descritos en las bases de datos catastrales.

6.331 Ayuntamientos han logrado gracias a este Plan mejorar notablemente sus ingresos por el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, también conocido por sus siglas: IBI (equivalente al impuesto predial en muchos países latinoamericanos), puesto que ha permitido descubrir construcciones irregulares que los ciudadanos no habían declarado y por las que deberían pagar los correspondientes impuestos.

Hasta la fecha se han podido regularizar, gracias a la utilización de imágenes obtenidas con satélites y otras fotos aéreas y del trabajo de campo posterior que se ha realizado casi 1,7 millones de edificaciones. La mayor parte de las construcciones irregulares son nuevas construcciones, ampliaciones de viviendas, cerramientos de terrazas, techados de áticos, construcciones suplementarias a la vivienda principal, metros ganados al jardín o al chal, y piscinas que no estaban declaradas.



Fuente: ponencia presentada por Fernando de Aragón, Subdirector General de Valoración de la Dirección General del Catastro de España, en el VIII Simposio Iberoamericano de Catastro,  celebrado por el Comité Permanente del Catastro en  Iberoamérica (CPCI) el pasado año, en Brasilia.


Como consecuencia, y según datos oficiales del Ministerio de Hacienda, el registro de inmuebles de cada municipio se ha incrementado un 3% de media tras finalizar el proceso, lo que ha permitido a los Ayuntamientos recaudar 1.254 millones de euros más por el IBI (1,378 millones US$). Además los Ayuntamientos pueden proceder a liquidar los ingresos no declarados en los últimos cuatro años, con lo que los ingresos totales derivados de este proceso serán finalmente mucho mayores.

Una de las singularidades, y a mi juicio mayores éxitos de este Plan, es que este proceso se autofinancia, ya que los propietarios de los inmuebles regularizados deben pagar una tasa de 60 euros por cada inmueble regularizado. Haciendo una multiplicación simple, el pago de la tasa correspondiente a los 1,7 millones habría supuesto para el Ministerio de Hacienda español  102 millones de euros de ingresos (112 millones US$), con los que se pagaron los trabajos de captura de datos en campo realizados por las empresas colaboradoras que han trabajado en el Plan de Regularización. Por tanto, no fue necesario localizar recursos extraordinarios ni depender de fuentes externas de financiación para cubrir los gastos derivados del Plan. Son los propietarios de los inmuebles que se regularizan los que los pagan.

En entradas anteriores del blog ya se trató este tema (puede verse la del martes 6 de agosto de 2013, titulada “El nuevo procedimiento de regularización catastral, la calidad del dato y la eficiencia en el gasto público”) aunque no ha sido hasta ahora cuando se han publicado datos precisos de sus resultados.

Lo que si indicamos en esas entradas anteriores es algo que ahora destaca también la información publicada, que demuestra que este impuesto es el más importante para las entidades locales españolas. El último dato disponible muestra que la recaudación por este tributo, que se ha duplicado en la última década, supuso ya casi el 40% de los ingresos impositivos de las 8.200 entidades locales españolas. Y se añade una información muy relevante, y que debería ser tenida en consideración en todos aquellos países que enfrentan  situaciones de reducción de su actividad económica y por tanto también de sus ingresos tributarios: el IBI ha sido el único tributo del sistema fiscal español cuya recaudación ha crecido de forma constante durante todos los años, incluso durante los peores momentos de la reciente crisis. Ello se debe a su carácter anticíclico, lo que le convierte en un arma financiera imprescindible para reforzar y estabilizar los sistemas de ingresos de las administraciones municipales.

Y un último dato significativo: en España se han acogido a este Plan de Regularización catastral municipios gobernados por partidos políticos de todas las ideologías existentes, lo cual demuestra su valor instrumental como herramienta para luchar contra el fraude fiscal.

Puedes ver la información ampliada en:


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