viernes, 17 de marzo de 2017

De nuevo el impuesto predial, y su valor como el “petróleo” que los municipios latinoamericanos no están aprovechando.

En una de las entrada más visitadas del blog, titulada  “El “petróleo” de los municipios latinoamericanos está en el impuesto predial.”,
ya tuvimos ocasión de reflexionar sobre cómo la caída del precio del petróleo había impactado sobre los ingresos de los municipios latinoamericanos, y cómo deberían estos centrarse en la mejora de sus ingresos propios, especialmente impulsando el desarrollo y la capacidad recaudatoria del impuesto predial (el IBI, en España), fundamentalmente a través del desarrollo de sus catastros..

Volvemos ahora sobre esta misma idea aprovechando la reciente publicación por el Lincoln Institute de un trabajo titulado  “SISTEMAS DEL IMPUESTO PREDIAL EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE”, elaborado por diversos autores bajo la coordinación de la profesora Claudia M. de Cesare, sin duda una de las mayores especialistas en la materia. Puedes encontrarlo en el siguiente enlace:

El libro aporta una valiosa puesta al día de la información existente sobre el Impuesto Predial, a través de un análisis comparativo de la situación en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Perú y Uruguay, países que son analizados en capítulos específicos, así como de Bolivia, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.

De forma resumida, existen varias afirmaciones en el libro que se  deben destacar:

-Una primera información estudia la relevancia del impuesto predial en los países citados en relación con su PIB. Como se aprecia en la siguiente figura, extraída de la publicación, la importancia del impuesto inmobiliario es inferior al 1 por ciento del PIB de la región. En promedio, el impuesto representó el 0,33 por ciento del PIB. En el segundo gráfico los datos disponibles sobre la recaudación del impuesto fueron ordenados de acuerdo al PIB per cápita de cada país. Como consecuencia de estos datos se deduce claramente que la recaudación global del impuesto en la región es menor que la esperada con base en las características económicas vigentes. En algunos países la situación es especialmente crítica: en la República Dominicana la relación entre el impuesto predial y el PIB es tan sólo del 0,03 %, destacando la autora que no se ha producido ninguna variación en el periodo 2002-2013.


-En la mayoría de los casos, la finalidad del impuesto es la generación de recursos financieros para los municipios. Sin embargo, no parece que se esté aprovechando toda la capacidad del tributo como herramienta integradora de las políticas fiscales, las políticas de desarrollo y la lucha contra la desigualdad. Recuerda la autora que “Debido a sus propias características, el impuesto tiene el potencial de promover la racionalidad en el uso y ocupación de la tierra, combatir la especulación inmobiliaria, recuperar plusvalías generadas por la inversión pública, y hasta de contribuir en el reconocimiento y regularización de la informalidad”. Sin embargo, sigue el texto indicando que “no obstante los beneficios regulatorios mencionados, que son relevantes para países que enfrentan fuertes desigualdades, pobreza y un alto grado de informalidad, la importancia de este tributo es baja en su carga tributaria. En promedio, el impuesto apenas representa 1,65 por ciento de la carga tributaria. Para la mitad de los municipios observados, su importancia es inferior al 1,5 por ciento de la carga tributaria.”

El libro aporta también unas reflexiones importantes sobre la forma en que impacta la calidad de la información catastral sobre el tributo:

Por lo que respecta al grado de cobertura del catastro y la actualización de su información, -y sin considerar a efectos científicos aquellas respuestas que señalan que se cuenta con un 100% de actualización y cobertura, algo altamente improbable considerando la informalidad generaliza en las ciudades latinoamericanas-, la autora identifica en un 24%  la cifra promedio de desactualización de los catastros latinoamericanos, si bien el dato es confuso, puesto que parece referirse tan sólo a inmuebles omitidos, y no a la situación completa, que incluiría desactualizaciones de datos en inmuebles ya catastrados. En esta última interpretación cabe suponer que el porcentaje de desactualización es significativamente mayor.

Un nivel mayor de desactualización se presenta respecto a los modelos de valoración catastral, aunque en este caso la información fue más difícil de obtener puesto que sólo en el 21% de los casos estudiados se informó sobre el nivel de relación entre los valores catastrales y los de mercado. El promedio entre los valores de los que se informó fue de 48 por ciento respecto a los precios de mercado. No obstante, la variación es muy elevada, pues el nivel promedio de las valoraciones fluctuó entre el 3 por ciento y el 90 por ciento. En este caso, es positiva la mejora de la situación respecto a 2007, donde el promedio se identificó en el 30%.



Concluye la autora el capítulo dedicado al análisis global de la región indicando que se observan mejoras sustanciales en temas como implantación de sistemas de información geográfica (SIG) para la mejora de la gestión del catastro, la integración entre catastro y datos del Registro Público de Inmuebles, y la optimización de los niveles de recaudación del tributo.

A la vista de estos datos, no parece que los municipios latinoamericanos quieran, - o puedan-, aprovechar el “petróleo” que tienen a su disposición. ¿Qué les impide hacerlo?. Tendremos que comentar estas causas en una próxima entrada del blog. Mientras tanto, la autora apunta dos causas a considerar:

-En primer término, no existe una directriz efectiva por parte de los gobiernos nacionales para la mejor movilización de recursos públicos orientándolos al fortalecimiento de este impuesto. Es decir, los Gobiernos nacionales no han incluido en sus agendas de forma real el fortalecimiento del impuesto predial.


- Y en segundo lugar, parece que las tensiones políticas no son ajenas a la cuestión. Como ejemplo, la autora cita el caso de Brasil, donde una fuerte reacción conservadora de los representantes del Poder Judicial influyó activamente para para mantener los bajos niveles de recaudación.

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