lunes, 16 de abril de 2018

Geo-packaging y catastro: mejorando el poder de atracción de la cartografía del Catastro.


En su definición más actual el packaging vendría a ser la ciencia, el arte y la tecnología aplicadas a la presentación de un determinado producto, con el objetivo primario de atraer la atención de los clientes y ser la principal ventana de comunicación hacia el consumidor. De esta forma, las actuales tendencias del márketing dan un enorme valor a la presentación del producto a través de un buen packaging, puesto que es quizás el elemento que hace más perdurable la imagen de marca.

A partir de esta idea llamo geo-packaging a las cualidades que tiene un determinado mapa para que sea atractivo, para que su información genere confianza, y para que sea perdurable la imagen de marca de la institución o empresa que lo ha creado. De esta forma geo-packaging sería la suma del arte y la técnica aplicados para “envasar” datos geográficos y presentarlos en mapas altamente atractivos.

Un determinado mapa tendrá un alto nivel de geo-packaging si:
-Tiene un diseño atractivo, basado en el uso de colores y formas que generen una alta respuesta emocional en el observador.
-Genera una fácil comprensión de la información que contiene, a partir del uso de las más adecuadas tipografías, formatos y leyendas.
-Es accesible y fácilmente reutilizable. Por supuesto, siempre hablamos de formatos digitales.
-Genera un alto nivel de recuerdo, al presentar una imagen singular y distinta de otras cartografías existentes.
-Proyecta eficazmente la marca de la institución o empresa que lo crea. Todos los usuarios con un poco de experiencia pueden recordar la imagen del mapa de Google o de la Dirección General del Catastro de España.
-Y, por supuesto, cuenta con todas las cualidades técnicas que ha de tener un buen mapa, y que se refieren a su precisión (red de coordenadas, referencia geodésica, sistema de proyección, etc.) .



Existen multitud de propuestas sobre cómo debe construirse un buen mapa. Muchas de ellas pueden encontrase en internet. He aquí algunos ejemplos:

Este creciente interés por el “packaging” de los mapas esta llevando a las compañías del sector a una auténtica “guerra de creatividad”, -muy interesante desde el punto de vista de los usuarios-, iniciada desde las propuestas disruptivas y sugerentes de CARTO y que ya ha tenido respuesta por parte de los “grandes” del sector, como ESRI o LUCIAD (Hexagon). Como ejemplos recientes de esta lucha por la creatividad puede verse este mapa dinámico de las sombras proyectadas por los edificios de Nueva York en distintas horas y épocas del año, elaborado con herramientas de CARTO,



y un ejemplo de una propuesta de ESRI, que acaba de lanzar una herramienta específica que permite construir mapas de un estilo “vintage” siguiendo la estética de los elaborados por George Washington quien, como es sabido, desarrolló su actividad profesional como topógrafo antes de dedicarse a la política.


Los mapas que elaboran los responsables del Catastro no deberían quedar al margen de dichas propuestas innovadoras y creativas. Por su propia naturaleza de “mapa parcelario”, la cartografía catastral tiene una estética propia que debe ser respetada, pero que también puede ser potenciada y mejorada.

Este reto en la mejora de los mapas ofrecidos es relevante si se opta por poner en valor toda la información temática que contienen los catastros actuales y que actualmente no se explotan en toda su intensidad. De esta forma, datos como las tipologías constructivas, valores, usos de los inmuebles, o estado de conservación, por citar sólo unos ejemplos, pueden y deben ser parte habitual de los mapas que generen los responsables de los catastros, mediante propuesta visuales trasladas a mapas más atractivos, sugerentes y útiles.

Pero además, esta nueva forma de presentar la información sobre mapas más atractivos es especialmente relevante si los catastros inician procesos reales de oferta de nuevos servicios, basados en la generación de productos creados a partir de la interoperabilidad de la información disponible. Esto permitirá, por ejemplo, construir potentes mapas que combinen la información catastral con la demográfica, sanitaria, de hábitos de consumo, de transporte, etc., procedentes de otras fuentes. Entonces si se podrá disponer de valiosos mapas con un alto valor añadido.

Y todo ello, debería hacerse logrando mapas ofrecidos por los catastros que incluyan todas las características de diseño, comprensión, accesibilidad, fácil recuerdo, proyección de marca y alto nivel técnico, que he definido anteriormente, imprescindibles para lograr un buen geo-packaging catastral.

Finalmente, esta reflexión me parece aplicable no sólo a los catastros, sino también a todos los generadores de cartografías, y muy especialmente a los que lo hacen desde el sector público. Creo que es plenamente aplicable a las creaciones de los institutos geográficos y otras entidades responsables del medio ambiente, la agricultura, los transportes, etc., que también están comprometidos a hacer mejores y más atractivos mapas.

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