martes, 19 de junio de 2012

¿Debemos catastrar la vivienda precaria?¿Deben pagar estas viviendas el impuesto predial?.


En un reciente informe elaborado por el BID sobre la situación de la vivienda en Latinoamérica se incluyen algunos datos realmente llamativos. Veamos algunas cifras:

-Más de un tercio de las familias (59 millones de personas) de la región habita en una casa en mal estado,  construida con materiales precarios o carente de servicios básicos. Esta situación es más negativa aquí que en otras regiones del mundo con niveles de ingresos similares.

-La mayoría de los que cuentan con electricidad, la obtienen de manera clandestina.

-Dos millones de familias, de los tres que se forman o llegan cada año a las ciudades latinoamericanas, se ven obligados a instalarse en viviendas informales.

-La mayoría de la población que vive en las principales ciudades carece de medios económicos o de capacidad de crédito para acceder a la vivienda más económica y con una mínima calidad que ofrece el sector privado.

-Pese al crecimiento económico, y atendiendo a las actuales políticas públicas en materia de vivienda, en los próximos años se mantendrá esta situación, según el BID.

Ante esta situación, que presumiblemente se prolongará durante un número importante de años, ¿qué deben hacer los responsables de los catastros latinoamericanos?.

En varios foros y durante muchos años he mantenido que ignorar esta situación e intentar mantenerla oculta –como si realmente se pudiese ocultar- es una de las causas principales de que se prolongue indefinidamente. Por ello, y como idea general, soy plenamente partidario de catastrar la vivienda inadecuada y por supuesto también la informal, circunstancias ambas que suelen coincidir. El único argumento que, a mi juicio, justificaría no catastrarlas, sería la demostración de que estas viviendas van a desaparecer a muy corto plazo, circunstancia que, como confirma el BID en su informe, no se producirá.

¿Si existen favelas en Rio y poblados chabolistas en Buenos Aires que llevan décadas existiendo, por qué no integrar sus datos en un sistema de información básico como el Catastro, que precisamente es una herramienta decisiva para conocer con detalle la situación y permitirá adoptar decisiones para solventarla?. Lo que es evidente es que no hacerlo, como ha ocurrido hasta ahora, no arregla nada.

Cuestión distinta, y con un debate a otro nivel, es si deben tributar o no por el impuesto predial. Aquí si que creo que la posición ha de matizarse. Obviamente, cobrar el impuesto predial a los más pobres cuando no lo están pagando otros ciudadanos con más capacidad económica, no tiene justificación. Por tanto, lo primero que ha  de hacerse es asegurarse de que existe un nivel adecuado de cumplimiento de sus obligaciones fiscales por quienes están obligados a ello. Pero una vez hecho esto, ¿debería incluirse en el padrón del impuesto predial a quien es dueño o poseedor de una vivienda durante un largo periodo de años, aunque esta vivienda sea informal o de construcción precaria?.

Mi respuesta a esta pregunta es que si, pero siempre que se cumplan tres condiciones:
-Que la construcción, aunque precaria, tenga una mínima estabilidad estructural. Una vivienda autoconstruida con bloques de concreto  puede durar años. Obviamente, no parece adecuado hacer un levantamiento catastral de una construcción que apenas se aguante en pie, pero si sería oportuno identificar la parcela que ocupa y catalogar el área en su conjunto, dentro de la base de datos catastral.
-Que la construcción acoja una actividad humana estable, es decir, que exista y mantenga su función durante años, poniendo especial énfasis en apreciar si esta situación se va a prolongar durante un largo periodo de tiempo,

-Y finalmente, que reciba algún tipo de servicio público, o sea susceptible de recibirlo.

Es evidente que la cuota que ha de pagarse se ha de ajustar a la capacidad económica real del propietario u ocupante, pero ha de emitirse el documento de cobro aunque esta cuota sea baja. Pocos temas crean más conciencia de ciudadanía y provocan una mayor aproximación entre el ciudadano y los servicios públicos, que el pago de este tipo de impuestos sobre la propiedad. Una de las características de la marginalidad y la pobreza es que no paga impuestos directos, con lo que se mantiene una situación de degradación que, por un lado, anula la capacidad de reclamación de los ciudadanos que viven en esta situación y por otro lado,  se “tranquilizan” las conciencias de algunos responsables políticos que se amparan en que como no pagan impuestos, tampoco tienen derecho a reclamar servicios. Es imprescindible romper esta espiral que sólo crea más marginalidad.
Un momento idóneo para avanzar en la cultura del ciudadano/contribuyente, que paga sus impuestos y por eso exige más servicios, es cuando se realiza un proceso de titulación masiva. En este preciso momento el ciudadano mejora su capacidad económica, al convertirse en propietario, y por tanto, es la ocasión adecuada para hacerle ver que todo derecho comporta una obligación, y que ese título de propiedad también le convierta en contribuyente, es decir en alguien que contribuye con el pago de sus impuestos en el esfuerzo común del mantenimiento de los servicios imprescindibles.
Fuente: BID 2012, publicado en el diario “EL Pais” de 15/5/2012.




viernes, 8 de junio de 2012

El IBI “doloroso” y su papel como principal – y casi única- fuente capaz de generar ingresos en Madrid.


El concejal delegado de Economía del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, ha anunciado este pasado miércoles que va a aplicar una subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) "grande y dolorosa". Las declaraciones han tenido una fuerte repercusión en medios de comunicación. Puedes ver algunos ejemplos en los siguientes enlaces.


En otras entradas de este blog ya hemos comentado el importante papel  que ha recaído sobre el IBI, y como consecuencia de ello sobre el Catastro, en los momentos actuales de crisis. Cuando todos los tributos que gravan la actividad económica han perdido buena parte de su capacidad recaudatoria, sólo el IBI, por su carácter anticíclico, no solo “aguanta el tirón” en toda España, sino que supera constantemente sus cifras.
El caso de Madrid es especialmente significativo. En un valioso artículo de Francisco I. Galván Jerez titulado “El impacto el procedimiento de valoración colectiva del municipio de Madrid y su repercusión en el impuesto sobre bienes inmuebles”,  incluido en el importante libro sobre “Las reformas de los procedimientos de valoración colectiva de carácter general”, editado por la Dirección General del Catastro y del que también informamos en entradas anteriores, se resume la evolución el IBI en Madrid en los últimos años.

AÑO
NÚMERO DE
INMUEBLES
IMPORTE TOTAL
(Cuota líquida)
IMPORTE
(Cuota media)
2001
1.628.393
272.757.668
167,50
2002
1.668.005
289.016.309
173,27
2003
1.701.547
309.716.788
182,02
2004
1.750.009
393.471.622
224,84
2005
1.794.415
485.179.443
270,38
2006
1.869.712
557.050.059
297,93
2007
1.926.923
639.995.408
332,13
2008
1.978.104
749.836.773
379,07
2009
2.026.424
881.139.182
434,82
2010
2.063.336
962.065.720
466,27
2011
2.085.353
1.027.473.239
492,71
2012(1)
2.084.679
1.111.924.985
533,38

(1)     Datos estimados no recogidos del artículo citado. El cálculo se ha realizado sobre los inmuebles notificados en el Procedimiento de Valoración Colectiva de Madrid, con los tipos de gravamen y bonificaciones aplicables para el IBI en el ejercicio de 2012 que aprobó el Ayuntamiento.

No es objetivo de este blog realizar comentarios sobre la política seguida por el Ayuntamiento de Madrid en este tema. Nos interesa más centrarnos en la potencia recaudatoria del IBI, que queda demostrada constatando que en el periodo 2002-2012 la cuota líquida total ingresada por el Ayuntamiento se ha multiplicado por casi 4,1 y la cuota media de cada recibo por 3,2.
Si atendemos a la evolución por distritos, en el periodo 2002-2011 las cuota media diferencial (en %) fue la siguiente:

Moncloa-Aravaca            129,78
Carabanchel                     191,50
Chamberí                          132,65
Latina                                 194,09
Centro                               133,41
Moratalaz                         201,04
Usera                                 147,81
Arganzuela                       202,41
Tetuán                               148,83
Ciudad Lineal                   205,51
Salamanca                        149,43
San Blas                            250,56
Villa de Vallecas              150,57
Fuencarral- el Pardo       251,35
Retiro                                155,36
Hortaleza                         264,39
Puente de Vallecas         164,63
Vicálvaro                         265,08
Villaverde                         172,15
Barajas                             365,11
Chamartín                        180,93


 Resulta singular la evolución por distritos, a la vista de la fuerte diferencia entre los valores extremos (129% en Moncloa-Aravaca, frente a 365% en Barajas) y del hecho de que este incremento no guarda una relación directa con los distritos en los que se sitúan los valores de mercado más altos por metro cuadrado. Sin duda ello se debe a las descoordinaciones territoriales internas y al distinto comportamiento de los diferentes sub-mercados inmobiliarios existentes en cada distrito y zona de la ciudad.
En todo caso, y como idea principal, debemos reiterar que sin un Catastro actualizado y capaz de integrar los valores de una manera eficiente, este potencial recaudatorio nunca se habría trasladado al impuesto, contribuyendo con ello a solucionar las necesidades financieras del primer ayuntamiento del país.

Este simple dato debería hacer reflexionar a los responsables del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas para que mejoren la dotación presupuestaria, humana y material de la Dirección General del Catastro, dada la evidente e inmediata repercusión de esos recursos en la mejora de las castigadas haciendas municipales.