lunes, 4 de diciembre de 2017

BIM + Catastro: ¿es ya la hora del Catastro 3D en España?.

La Directiva 2014/24/UE insta a los países miembros de la Unión Europea a implementar la metodología BIM (Building Information Modelling) en todos los proyectos constructivos de financiación pública. Como consecuencia de esta obligación, el Gobierno ha anunciado que la metodología BIM será obligatoria para licitaciones de edificación a partir de diciembre de 2018. Y todo hace prever que en los próximos años esta obligación se extenderá a la totalidad de las acciones de edificación y rehabilitación, tanto públicas como privadas.

BIM, o el Modelado de Información para la Edificación, es una representación digital de las características físicas y funcionales de un edificio, que permite además intercambiar información a lo largo de su ciclo de vida. Su objetivo es centralizar toda la información del proyecto en un modelo de información digital creado por todos sus agentes.

BIM no es un software, sino una forma de trabajo integrada que se apoya en diferentes aplicaciones de diseño y modelado ya existentes, garantizando que la información que se obtiene de ellas está conectada entre sí, lo que permite su actualización en tiempo real.

Esta metodología integra las 3 dimensiones del edificio interconectadas entre ellas, al tiempo que genera de forma automática toda la documentación del proyecto: diseño, cálculo, materiales, presupuestos, planificación, estructuras, etc. Además, BIM va más allá de las fases de diseño y ejecución, extendiéndose a lo largo del ciclo de vida del edificio, permitiendo obtener fácilmente información sobre su evolución tanto en sus aspectos funcionales (estado de conservación, etc.), como económicos (costes de operación, mantenimiento, etc.).

En definitiva, y como se resume en la siguiente imagen, BIM aparece como una extraordinaria fuente de suministro de datos para el Catastro:




La cuestión del 3D en Catastro no es en absoluto nueva, aunque sí parece que está evolucionando de forma significativa en fechas recientes debido a los cambios considerables que se están produciendo en las herramientas tecnológicas disponibles para el tratamiento de datos de suelo y edificios. Como prueba del interés del Catastro, recomiendo estudiar esta presentación de José Miguel Olivares, Amalia Velasco y Luis Virgos, donde se analiza claramente el alcance del proceso de análisis que se viene haciendo en la Dirección General, y la oferta disponible de este tipo de datos en la actualidad:

Como se indica en la presentación, el Catastro necesita “información dentro del edificio, la distribución de cada propiedad, las áreas comunes,….”. Para tratar esta información se creó el formato FXCC, donde se representa cada planta y, dentro de cada una, las distintas unidades susceptibles de ser objeto de propiedad independiente (viviendas, oficinas,…). FXCC también contiene fotos de la fachada.

Avanzando en esta línea, la Dirección General del Catastro ha desarrollado un modelo para representar edificios en 3D en formato KML, pero estos modelos no se almacenan en la base de datos del Catastro, sino que se generan en tiempo real en base a la información vectorial de los objetos.



Sin embargo, la Directiva INSPIRE, en cuyo Anexo 3 están incluidos los edificios, es mucho más exigente respecto a la puesta a disposición a los ciudadanos de la información de los edificios por parte de los catastros europeos.  La propia Dirección General del Catastro español participa activamente en el Grupo de Trabajo Temático de Edificios, que está definiendo los criterios técnicos para la plena aplicación de la Directiva en relación con estos objetos, llegando a la conclusión, como se señala en la misma presentación, que con el actual modelo utilizado existen dificultades importantes para ofrecer los datos de los edificios en 3D adaptados a INSPIRE.

En concreto, se señala que para poder ofrecer los datos de cada una de las unidades (viviendas, oficinas, locales, etc.) existentes dentro de un inmueble atendiendo a los requerimientos de INSPIRE, tendría que generarse la geometría en 3D de cada una de estas unidades, así como asignar un identificador único para cada unidad.

Además, una de las consecuencias importantes de esta limitación es que con la situación actual el Catastro no puede ofrecer a los ciudadanos toda la información de la que dispone.

A toda esta situación se suma el hecho de que los actuales modelos de captura automática de datos, a través de los formatos electrónicos de presentación de Declaraciones de alta o modificación de edificios en el Catastro, no están preparados para recibir y validar la información necesaria para mantener, actualizar y distribuir una buena información 3D de cada uno de los edificios existentes en España.

En este escenario, y en apoyo de los importantes trabajos que se están ejecutando en la Dirección General del Catastro, es donde BIM puede aportar la metodología disruptiva que permita el desarrollo e implantación de un auténtico modelo 3D de los edificios recogidos en su base de datos.

La integración con BIM debería permitir alcanzar, al menos, tres objetivos:

-Obtener directamente toda la información física, jurídica y económica de cada edificio construido o reformado, para actualizar automáticamente las bases de datos del Catastro, a nivel de cada unidad diferenciada existente dentro del edificio.

-Generar modelos que permitan avanzar significativamente respecto a los ahora utilizados para definir indicadores económicos (valores), y muy especialmente en lo relativo a los costes de construcción, todavía basados en criterios no objetivables.

-Y finalmente, aunque en absoluto en último lugar,  BIM permitiría obtener automáticamente la geometría en 3D de cada una de estas unidades, necesaria para la plena implantación del modelo INSPIRE.

En definitiva, debería considerarse la posible utilización de  BIM como una metodología eficaz para mejorar el actual modelo catastral español, logrando con ello un salto cualitativo realmente importante no sólo en lo que respecta al dato, sino también en la integración dentro del “ecosistema” catastral de todos aquellos futuros usuarios de BIM.


Finalmente, a través de BIM podemos imaginar la apertura del Catastro hacia otras funcionalidades que están ya siendo demandadas desde la sociedad, como por ejemplo el desarrollo de modelos de “catastros verdes”, puesto que nos permitiría saber el impacto energético de cada uno de los materiales que componen la obra y generar automáticamente sistemas fiables de certificación energética, tal y como ya comentamos en otra entrada del blog titulada  “La información catastral y la eficiencia energética de las edificaciones”, que puedes encontrar en el siguiente enlace: